“El testimonio de Patricia Sandoval nos salvó a mi hija y a mí”
Marta Silva envió el testimonio de una exabortista a sus contactos sin saber que una de sus amigas de la infancia estaba pensando en abortar en ese momento. Gracias a ese mensaje y al vídeo que adjuntaba finalmente decidió tener al bebé. Esta es su historia.
¿Puede un simple vídeo salvar la vida de una persona? La respuesta es sí y el ejemplo de ello es Patricia, una joven que decidió no abortar después de ver el testimonio de Patricia Sandoval, una ex enfermera de Planned Parenthood que ofreció su experiencia en el Encuentro de Voluntarios de Derecho a Vivir (DAV).
Este miércoles Pedro Mejías, delegado de DAV en Cádiz, se hace eco en su blog de la historia de esta joven. Este gran milagro se produjo gracias a que Marta Silva, una joven provida, envió este vídeo a su amiga de la infancia sin saber que ella estaba embarazada ni que tenía pensado abortar. En una carta que les ofrecemos íntegra Marta relata esta preciosa historia.
El testimonio de Marta
Hola, soy Marta. Soy enfermera y estoy estudiando actualmente unas oposiciones. A veces tengo problemas con disciplinarme en el estudio y también a veces mi fe se tambalea.
El martes 5 de abril, tras levantarme para iniciar otro día de estudio, decido mientras desayuno, ver un trozo del vídeo sobre el testimonio de Patricia Sandoval. Los de Derecho a Vivir me lo reenviaron el día anterior. Eso es algo no hago con vídeos largos, pues los dejo para momentos de descanso o ya para por la noche cuando acabo mi jornada, ya que entonces me arriesgo a que me pase lo que me pasó con éste: lo acabé viendo enterito. Dios se vale también de nuestras imperfecciones.
Quedé tan impresionada por la vivencia de Patricia Sandoval, que decido reenviar el vídeo a algunos contactos, entre ellos a otra Patricia, mi mejor amiga de la infancia.
A mi amiga Patricia hace 27 años que no la veo, salvo alguna vez, muy esporádicamente, y en un momento de adolescencia en que estábamos viviendo vidas totalmente distintas. Providencialmente, hemos retomado el contacto hace poco y sé que no ha tenido una vida fácil. La historia de Patricia Sandoval me recordó en cierta manera a la suya.
Acto seguido me voy a misa y justo predican en la homilía sobre el aborto, diciendo que era la Jornada por la Vida, y también la Fiesta de la Anunciación. Por la noche recibo el siguiente mensaje de mi amiga:
“Martita, no te puedes imaginar lo grande que es Dios, tu mensaje ha sido como una señal… mañana te llamo y te cuento, ahora estoy cansada… sólo decirte que estoy embarazada. Besos“.
Les transmito este mensaje a los de Derecho a Vivir. Me dicen que rezarán para que Dios me dé las palabras exactas para que ese bebé y su madre vivan.
Empiezo a pensar dónde me he metido, qué diré, qué haré…
De repente me viene un pensamiento a la cabeza que escuché de una entrevista al actor Eduardo Verástegui, donde él optó por decir a unos amigos que querían abortar, que le dieran el niño a él… Me puse aún más nerviosa y con más miedo, rezando para que todo fuera como ya me ponía en el mensaje y que no cambiara de opinión.
Al día siguiente hablamos y me cuenta que justo se había enterado la semana pasada de que estaba embarazada.
“Marta: estoy embarazada y había decidido abortar, pues estoy muy mal económicamente y ya tengo dos hijos… pero ver el testimonio de Patricia Sandoval nos salvó a mi hija y a mí”.
Y me suelta también, sin esperármelo:
“¡Además, justo en el día de la Anunciación!”.
Todo esto me hizo recordar la conexión con el día de ayer: Jornada de la Vida, Fiesta de la Anunciación… Es todo como me dijo otra amiga: Dios me inspiró a que reenviara el vídeo, y todo ha sido providencial. ¡Estamos en las manos de Dios cada segundo del día y tantas veces sin darnos cuenta!
A mí personalmente, ver este milagro me ha ayudado a crecer en mi fe, que a veces se va como durmiendo, hasta que de nuevo ¡zas!, quedo asombrada de nuevo de ver cómo Dios actúa.
Yo he tenido otros momentos muy concretos de gracias de Dios, pero éste ha sido especialísimo.
Por último, comentaros unas palabras de otra de mis mejores amigas, Bibiana, las cuales también me han llegado a mi corazón, que es de piedra, para ablandarlo. Son las siguientes: “Los malos no te quieren en el mundo, ahí afuera. Les da miedo tu fe. Dios te quiere en sus filas y te quiere bien valiente y decidida, con confianza en Él…”.
Solo puedo decir ¡Gloria a Dios! y que acoja de forma muy especial a este nuevo bebé del cual… ¡seré la madrina! Que Dios me dé la fortaleza para guiarle en el camino de la Fe.
Rezo por todos los que lean este testimonio, por favor recen por nosotras también.
¡Gracias, “Patricias”! ¡Gracias a Derecho a Vivir! ¡Bendito sea Dios!
Marta Silva
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